Mes: agosto 2016

Una pareja de italianos se casa tras peregrinar desde Oporto

Roberto y Laura pasan por el altar de la Corticela: «Santiago no es el final, sino el principio de algo nuevo».

«Santiago no es el final, es el principio de algo nuevo». Roberto Niccoli y Laura Briccoli son dos peregrinos italianos, que llegaron a Santiago tras recorrer el Camino Portugués desde Oporto. Su plan no es visitar el casco histórico de la ciudad ni hacer una ruta por Galicia. Ellos tienen un firme propósito, que cumplirán: casarse en el altar de Nuestra Señora la Antigua de Corticela, que fue designada en el siglo XV como parroquia para los peregrinos.Roberto y Laura se conocieron en el trabajo que ambos comparten, la banca. Tras un breve noviazgo, viajaron en marzo a París y allí él le pidió matrimonio con la Torre Eiffel como escenario. En un primer momento pensaban celebrar la boda en Italia. Comenzaron los preparativos, y la pareja se dio cuenta de que la celebración iba adquiriendo cada vez más tintes comerciales, perdiendo así el sentido que ambos querían darle. Entonces, Roberto le propuso a Laura recorrer el Camino de Santiago y, tras culminarlo, casarse. Inicialmente Laura dudó ya que «fue un poco extraño porque no sabía como era el Camino y tenía un poco de miedo». Al final aceptó y se lanzaron a la aventura.Roberto Niccoli recorrió el Camino por primera vez en el 2012, eligiendo la ruta francesa, desde Roncesvalles. Este italiano declara que «todo aquel que realiza el Camino repite, es algo adictivo». En esa ocasión conoció a Israel Rey, un madrileño con el que poco a poco fue fraguando una amistad que dura hasta la actualidad. Precisamente fue él quien ayudó a efectuar los trámites necesarios para que el matrimonio se celebre. Roberto invitó a Israel al Camino desde Oporto. Los tres llegaron el martes.Roberto y Laura esperaban ayer en el Obradoiro a que Israel finalizase la reunión con el párroco de la Corticela para ultimar los preparativos de la ceremonia nupcial. Familiares de la pareja y un grupo de amigos comunes llegaron ya a Compostela.La pareja de peregrinos declara que la suya no será una boda al uso, sino una celebración pequeña y familiar que disfrutarán en un ambiente distendido. Santiago ha sido la culminación de un Camino y es el comienzo de un proyecto en común.

El Camino de Santiago gana popularidad entre los peregrinos chinos

El Camino de Santiago es cada vez más popular entre los peregrinos chinos, y aunque todavía son pocos, su número aumenta cada año y el ritmo de incremento es muy fuerte.

Por motivos religiosos, culturales, conocer a gente o simplemente en busca de un turismo diferente, la Ruta Jacobea atrae cada vez más peregrinos del gigante asiático, y aunque muchos son estudiantes o profesionales que viven temporalmente en Europa, los que viajan directamente desde China también aumentan.

De los 15 peregrinos chinos de 2004 (sobre un total de 180.000) se ha pasado a los 510 de 2014 (un 0,21 % del total de casi 238.000) y a los 706 de 2015 (un 0,27 % de los 262.500).

En la primera mitad de este año, cuando aún no se había producido el gran salto de julio y agosto, ya habían llegado a Santiago 346 peregrinos chinos, según datos oficiales de la Oficina del Peregrino.

Aunque los peregrinos asiáticos son abrumadoramente japoneses y surcoreanos, cada vez es más frecuente ver a chinos, algunos de ellos fácilmente identificables por la pequeña bandera de su país que llevan colgando de la mochila.

«Es una experiencia inolvidable», describe a Efe Dai Yue «Carlos», un pequinés enamorado de España que ha realizado ya el Camino en dos ocasiones y pronto empezará la tercera.

Tras jubilarse como responsable en China de la filial de una empresa española, Carlos se decidió a hacer la peregrinación en 2014 y al año siguiente volvió, pero acompañado de un productor y un cámara porque está decidido a realizar un programa de televisión para la televisión china.

Para Carlos, el Camino es «una utopía» gracias a la comunicación y la solidaridad de los peregrinos, en la que «todo se comparte». En un punto más terrenal, destaca la riqueza de la gastronomía y la viticultura de las regiones por donde transita el recorrido.

China también tiene rutas de peregrinación budista por el Tíbet, pero este pequinés de etnia mongol explica que son mucho más duras y sin la infraestructura de la ruta europea.

Además, Carlos ha organizado el que muy posiblemente será el primer grupo organizado de chinos en realizar el Camino, con una decena de amigos que prevén comenzar la ruta en la localidad francesa de St. Jean-Pied-de-Port el 6 de septiembre, y desde allí lanzarse a la aventura de los 770 kilómetros hasta Compostela que conforman el Camino Francés.

Wang Yifei formará parte de ese grupo, y confiesa que se decidió viendo la fotos que Carlos les enseñó: «había oído antes del Camino, y me impresionaron los paisajes y los monumentos».

Esta ejecutiva de una entidad europea en Pekín espera «encontrar la paz» lejos del ajetreo de la urbes chinas y del teléfono móvil. «En China la gente siempre está muy ocupada pensando en ganar dinero y no se para a pensar», lamenta, por lo que ella espera poder reflexionar en los caminos españoles sobre «qué es lo más importante en mi vida».

Gu Shengrong hizo el Camino en verano de 2014 con su esposo y su hijo Rongzhi, que entonces tenía seis años, y recuerda especialmente el cariño y la atención que recibieron por parte de peregrinos y hospitaleros.

«Las personas avisaban de que había una familia china con un niño, así que ya nos estaban esperando» en los albergues, explica a Efe. «La gente se acompaña y se comunica. Es diferente a cualquier otro tipo de viaje».

Esta familia china se decidió mientras vivía en Coblenza (Alemania), donde el marido de Gu era profesor invitado. Ella, especializada en historia del arte, lo hizo por motivos religiosos, aunque él buscaba una forma diferente de hacer turismo.

También estaba en Europa, aunque en su caso en España, un estudiante chino de Periodismo que prefiere usar su nombre español, Patricio, que conocía la Ruta Jacobea por una profesora española en su universidad de Pekín y se decidió después de la experiencia de un compañero de piso durante el curso que pasó en Murcia.

Patricio explica a Efe que, para no perder clases, solo hizo los últimos 100 kilómetros del Camino desde Sarria, y al primer día ya había creado un grupo con jóvenes de varias regiones de España, británicos y franceses. Al poco «era como si nos conociéramos desde hacía mucho».

Este joven estudiante describe como «muy impresionante» las historias tan diferentes que se oyen en el Camino, al que considera un ejemplo de lo que es la vida: «incertidumbre» de qué te encontrarás el día siguiente y «curiosidad» por afrontarlo.

Si bien este año no pudo hacerlo completo «por falta de tiempo», Patricio afirma convencido a Efe que «por supuesto lo haré entero, sin falta», con el objetivo de «profundizar en la cultura española»

El Camino de Santiago portugués se consolida durante 2016

El Camino de Santiago es otra forma de viajar y conocer. Hacer el camino sigue teniendo tirón. Prueba de ello son las cifras de visitantes de este pasado fin de semana, cuando Santiago celebraba el Día del Apóstol. Durante la semana previa al 25 de julio, Santiago recibió un total de 8.235 peregrinos, un dato que supera al mismo periodo del año anterior, cuando llegaron a la ciudad 7.735 personas, y al del último Año Santo (2010), que contabilizó 8.080 visitas. Los peregrinos que llegaron a Compostela en el día de la celebración del Apóstol aseguran que la motivación para hacer el Camino en estas fechas fue la búsqueda de nuevas experiencias y «disfrutar del paisaje», pero en varios casos consultados, ninguno ha hecho coincidir a propósito su llegada ante la Catedral compostelana con el Día del Apóstol. Desde Oporto y Lisboa Las numerosas vías alternativas, las decenas de parroquias dedicadas al Apóstol Santiago y la oferta para acoger al peregrino han contribuido para que el Camino de Santiago portugués acapare una quinta parte de los caminantes. Si en los últimos años la tendencia de peregrinos que han tomado la salida desde Portugal hacia Santiago de Compostela ha ido al alza, en el primer trimestre de 2016 los datos reflejan que uno de cada cinco decide ir por el país luso. Oporto se ha convertido en el principal destino de salida para iniciar la ruta jacobea en el denominado Camino de Santiago portugués. En este viaje, el peregrino, siguiendo la señalización marcada, sale de la Catedral de Oporto, pasando por Rate, Barcelós, Ponte de Lima y Valença. En Portugal hay muchas vías alternativas y decenas de parroquias dedicadas al Apóstol

Esta ruta también ofrece algunas variantes que permiten pasar por Guimaraes y también por Braga, una ciudad que en la Edad Media se disputaba con Santiago de Compostela el título de centro de la Cristiandad en la Península. Además de conocer la majestuosidad de las catedrales del siglo XII y XIII, el peregrino también podrá descubrir, si se pierde entre sus gentes, la leyenda del Gallo de Barcelos, uno de los símbolos de Portugal El Camino de Santiago Portugués también se puede empezar desde Lisboa, siguiendo las señalizaciones dispuestas para ello y pasando por otro de los referentes de esta peregrinación, la ciudad de Coimbra. En los últimos años, Belmonte también ha recibido cientos de peregrinos que se acercan a conocer una iglesia cuidadosamente rehabilitada que lleva el nombre del apóstol. Esta es una de las catalogadas como Aldeas Históricas de Portugal y está ubicada en el distrito de Castelo Branco –no muy lejos de la provincia española de Salamanca–. En su templo, construido en el siglo XIII, son muchos los peregrinos que aprovechan para hacer un descanso espiritual que les permita tomar fuerzas. El Camino de Santiago Portugués, desde Lisboa, Oporto o desde los ramales de la Región Centro, pretende consolidarse aún más como destino turístico, aprovechando la visita que tiene prevista realizar el Papa Francisco a Fátima en mayo de 2017.

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